Cada día tomamos decisiones que en gran porcentaje son tomadas por nuestra parte subconsciente del cerebro. Muchos factores como el olor, color, sonido, nuestro estado de ánimo, pueden influir en que queramos o no algo. Las marcas utilizan ciertos trucos para engañar nuestro cerebro y crear conexiones neuronales que nos incitan a la compra o a utilizar sus servicios.
¿Qué tiene que ver esto con nuestras finanzas? Pues más de lo que nos podríamos imaginar, ya que muchas de las acciones, compras, actividades que realizamos en realidad no aportan nada mas que una sensación momentánea y efímera de placer. Aqui tienes 4 de ellos:
1. Ir a la compra hambriento
Estudios realizados en mas de 1000 personas han demostrado que cada vez que vamos a la compra con hambre, la cesta de la compra acaba incrementando en mas de 40%. Compramos por impulso o por ganas de saciar la sensación. El gasto incrementa considerablemente
2. Comprar para desestresarte
Ir a la compra para mejorar tu estado de ánimo es una de las acciones cuyo símil podría ser cada vez que te encuentras mal tomas una cerveza o fumas un cigarro. La compra en si no debes realizar nunca con el fin de influir en tus emociones pero si para darte un premio. Si compras por estrés o por bajón emocional se acaba convirtiendo como respuesta automática cada vez que te sientas así y acabará pasándote factura.
3. No revisar tu cuenta bancaria
Revisa cada cierto tiempo tu cuenta bancaria y comprueba los cargos, cuando detectes uno que no entiendes o no te corresponde reclámalo, puede que al final del año te lleves una grata sorpresa.
4. No entender tu factura de suministros
Los suministros suponen una parte importante de nuestro gasto junto con el gasto de la vivienda. Entender la factura, comparar precios con otras compañías y elegir el mejor proveedor lo haces una sola vez y los beneficios obtendrás durante años. Compensa dedicarle un poco de tiempo.
- El desconocimiento
- Tus creencias sobre el dinero
- Falta de disciplina
- Malos hábitos de consumo
- Falta de hábito de ahorro
Lo difícil resultará fácil en cuanto lo pongas en tu rutina diaria. Al principio te costará, sin embargo poco a poco lo harás de manera casi inconsciente.
Encontrar este punto en el cual cambias el agobio por la tranquilidad depende de ti. Con sencillas rutinas puedes conseguir resultados increíbles.
Trabajar la parte mental es tan importante como organizar tu gastos. Abre tu mente al pensamiento positivo y abundante.
10 minutos al día bastan para sanear tu estado financiero.
Cada elemento cuenta, para una receta perfecta necesitas añadir ingredientes adecuados.
El equilibrio entre la energía de tu espacio en el cual vives y tu energía personal se traduce en tu estado de ánimo.
Revisa cuales pueden ser tus vampiros energéticos y eliminalos.
